EDITORIAL: Chile "Orwell 2011"
Las multimillonarias ganancias de la "industria financiera", sumadas a las cuantiosas utilidades obtenidas por las megaempresas; los famosos retails, los grandes supermercados, cadenas de farmacias, empresas de comunicaciones y la minería que "operan" en nuestro país, contrastan con la dura realidad que viven a diario la gran mayoría de los trabajadores asalariados, los temporeros, los trabajadores a contrata y subcontrata, los jubilados y los cesantes.
Las enormes utilidades de estas empresas transgreden todos los valores y ética de una sociedad humana desarrollada. En Chile, empresas de igual actividad y tamaño, obtienen ganancias varias veces superiores a sus similares de los países desarrollados. Lo que demuestra lo "rentables" que somos para los capitales que según se dice "nos hacen el favor de invertir y operar en nuestro país"
Cuando los trabajadores a través de sus representantes intentan requerir una mínima distribución del "éxito del negocio", se nos da con la puerta en la cara. En un ejercicio cínico y avaro, esta negativa a participar del éxito comercial, no rige para los altos ejecutivos y administradores, que como todos sabemos, se reparten un gran trozo de la torta cada año y que cada mes disfrutan de onerosos sueldos que se encuentran en los lugares más altos de los rankings internacionales especializados.
El adormecimiento y sometimiento, se consolida en cada rincón a través de los medios de comunicación y el manejo "mañoso" de la realidad que muestran en sus titulares y pantallas. La imagen proyectada por estos medios, dan escasa o nula importancia a las protestas de los "ciudadanos", que tratan inútilmente de hacer cualquier cosa para cambiar el "status quo". La detención de periodistas y comunicadores de medios alternativos, pasa a ser un echo común en nuestros días. La mediatización de hechos intrascendentes, mantiene el país en un "reality show" de nunca acabar.
En este contexto, la resistencia de la población a las alzas, el desempleo, los atropellos a las libertades, la creciente y vergonzante desigualdad, parecieran ser inútiles. La utilización de las policías y guardias empresariales para reprimir las legítimas luchas so pretexto de la mantención del orden público y combatir la delincuencia, nos traen tristes recuerdos de un pasado en donde se originó este Chile neoliberal de hoy.
En nuestro entorno inmediato, la atomización y división de las organizaciones, juega un importante rol a la hora de intentar mejorar y revertir las condiciones. Esta realidad creciente se ve fortalecida por el individualismo de muchos que no quieren participar en nada y quieren aprovecharlo todo sin el menor esfuerzo y sin correr el menor riesgo.
Al respecto, nuestra opinión como organización es y será, que debemos privilegiar urgentemente la retoma de los valores y principios que inspiraron al movimiento sindical chileno durante todo el siglo veinte. También debemos mejorar y modernizar las organizaciones y su funcionamiento y, principalmente debemos fortalecer realmente la unidad en la acción dejando de lado de una vez por todas, aquellas divisiones que debilitan los planteamientos y justas aspiraciones de nuestros representados.
Queremos vivir en un país sin hipocresías y mentiras mediáticas, queremos superar las leyes que nos pusieron es esta situación de desigualdad agobiante, queremos que las cifras estadísticas que pretenden mostrar la realidad no sean otro producto de manipulación de masas de una "sociedad orwelliana", para seguir enriqueciéndose a costa de todos nosotros.
Directorio Nacional
Editorial (16/02/2011)Chile Orwell 2011 en formato PDF