Editorial: Agujero negro en Chile, un sistema construido sobre la especulación y la usura
¿Estamos en el comienzo de un nuevo colapso de la burbuja neoliberal?
Después de las inquietantes noticias respecto a la caída en las bolsas de las acciones de los principales RETAIL CRIOLLOS, se nos viene a la memoria el tristemente célebre caso de "Lehman Brothers", que entre otros, originaron hace algunos años la famosa crisis de los "créditos subprime", que como se recordará, desencadenó la última recesión en la supuesta "aldea global" en que vivimos. Crisis de la cual millones de seres humanos aún no se pueden recuperar y que en muchas naciones, destruyó el sistema de protección social construído por décadas de avance de los trabajadores y la sociedad en su conjunto.
Cuándo nos hacemos la pregunta si el escándalo de La Polar, ¿es un caso aislado? , la respuesta resulta inquietantemente alarmante; Todos la sabemos, es más, la frase "Chile un país de deudores" es mencionada frecuentemente por sociólogos, economistas, etcétera. Las carteras de deudores de los retails, bancos y empresas en general, son enormes y muchas veces, el refinanciamiento de las deudas es más lucrativo que la deuda misma. Cabe resaltar al respecto que en Chile la cartera vencida de deudores motivó la crisis y la posterior salvada de parte del Estado Chileno a los bancos en la crisis de 1981.
La actual situación, pareciera un cuento de nunca acabar. ¿Qué origina el alto nivel de endeudamiento de la gente? Primeramente, las necesidades básicas, ya que hoy a través de las tarjetas, muchos pueden sobrevivir y pasar el mes. También, el consumismo exacerbado por los medios de comunicación masiva que nos ven a todos, como aves de corral. La tercera, es indudablemente la falta de liquidez de los trabajadores, producto de la caída permanente del poder adquisitivo de sus ingresos, debido a factores por todos conocidos (leyes pro empresariales, negociaciones colectivas de papel, bajo nivel de sindicalización, etcétera) y finalmente, las tasas de interés de usura que el sistema financiero aplica a los créditos en todas sus formas.
Por lo tanto, sin querer ser "pájaros de mal agüero", pensamos que la mano se viene cada vez más dura a nuestro país. Las propias autoridades han tenido que salir a fustigar públicamente a estos malos emprendedores, calificando sus actos explícitamente de robo y estafa. Mientras tanto, "la confianza de los mercados" se encuentra por los suelos y por tanto, los valores también.
¿Están las condiciones para un cambio?
Entre erupciones volcánicas, contaminación extrema en las ciudades, bajas defensas por la alimentación precaria de la población, crisis en la salud, crisis en educación, crisis en vivienda, crisis judicial, crisis política al interior del gobierno, etcétera, etcétera, esta triste historia continuará con menos pan y cada vez con más circo. Nuestro país seguirá siendo campeón en la desigualdad, y el Estado seguirá vendiendo a precio de huevo el patrimonio de todos nosotros, tal como lo hicieron los gobiernos anteriores.
Lamentablemente, pareciera que ya no quedan lugares donde esconderse y los votos en las urnas no están provocando los cambios que la inmensa mayoría requiere. Por el bien de nuestros hijos y nuestro propio futuro, quizás sea necesario insistir una vez más en un cambio de modelo que permita a la mayoría ciudadana vivir más dignamente y en paz.